Memoria en polvo es un proyecto que surge sobre la relación entre el polvo como estrato mínimo de la materia y la tierra como analogía de pertenencia a determinado lugar de procedencia o acontecer. El polvo es materia transformable y también su mínima expresión, es un rastro, una huella. De esta manera la memoria al igual que el polvo, viene y va dependiendo de que o quien este dispuesto ha disolverla hasta desaparecerla o conjuntarla con el fin de acumularla.
Dentro de este ejercicio formal el índice es la memoria política de este polvo, el cual busca construir imágenes a través de dibujos u objetos por medio de la acumulación de esta materia simbólica. La materia procede de diversos sitios que encierran memorias en conflicto, memorias que no acaban de mostrar una versión definitiva de los acontecimientos, en continua reconfiguración. La acción de trasladar este polvo a la galería, busca hacer presente esta memoria de manera física, llevar un trozo de ella para procesarla en una dicotomía ente presentación y representación. La existencia efímera de estas obras no es mas que el reflejo mismo de la permanencia de la memoria en un estado físico, los rastros, sin embargo, seguirán configurándose en el tiempo y nunca de la misma forma.